Ansiedad de formación
La mayoría de la gente asume que los síntomas de la ansiedad parecen y se sienten como una preocupación constante. O tal vez la gente asume que la ansiedad es un miedo a que algo vaya mal o vaya a ir mal en el futuro. Si bien la ansiedad puede manifestarse de esta manera, definitivamente no es la única forma y quizás ni siquiera sea la más común.
Puede que hayas aguantado hasta el final durante esa terrible reunión con tu jefe hipercrítico y microgestor. Ahora estás atrapado en un atasco por cuarta vez esta semana al volver a casa y sientes que vas a perder la cabeza o, al menos, los nervios.
Puede que la llamada o el mensaje de tu madre, hermana, tío o amigo te pille desprevenido. Los sentimientos de frustración, dolor y resentimiento que habías logrado enterrar salen a la superficie en un ataque de gritos que desatas sobre tu hijo pequeño, que acaba de tirar agua por todo el suelo del baño. En un día normal, el agua derramada podría hacerte sentir frustrado, pero hoy pierdes los estribos.
La gente describe esta sensación de forma diferente, pero básicamente para muchas personas la ansiedad puede ser como si sintieran un cosquilleo u hormigueo en la piel. Se puede sentir en partes concretas del cuerpo, como la espalda o los hombros, o en todo el cuerpo, como si corriera por la sangre. A veces la sensación es constante. A veces sólo ocurre cuando algo desencadena una respuesta de ansiedad.
¿Es grave la formicación?
La formicación es una alucinación táctil, lo que significa que una persona siente una sensación física, pero no hay una causa física. La sensación puede provocar picor, que puede empeorar por la noche y ser lo bastante grave como para afectar a la calidad de vida de la persona.
¿Los nervios te hacen sentir como si algo se arrastrara sobre ti?
Los síntomas físicos de la ansiedad incluyen sensación de hormigueo u hormigueo en la piel sin una razón médica. Las personas describen esta sensación de manera diferente, pero básicamente la ansiedad para muchas personas puede sentirse como si su piel se arrastra u hormigueo.
¿Qué desencadena la formicación?
Las drogas de prescripción y recreativas se encuentran entre las causas más comunes de formicación. El síndrome de abstinencia provocado por el consumo de drogas o alcohol también puede causar formicación. Las drogas más comunes que pueden causarla incluyen: Estimulantes: La cocaína, el metilfenidato y las anfetaminas, así como otras drogas estimulantes, pueden causar formicación.
Sensación de ardor en la cara
Un síntoma de la menopausia del que quizá no haya oído hablar es la alteración de la sensibilidad cutánea. Puede experimentar entumecimiento o pérdida de sensibilidad, hormigueo, pinchazos, picor en la piel o ardor en manos y pies.
Algunas mujeres experimentan una sensación de insectos arrastrándose por la piel (lo que se denomina formicación). Sea como sea, la alteración de la sensibilidad cutánea puede estar relacionada con desequilibrios hormonales, sobre todo con la pérdida de estrógenos durante la menopausia.
En mi consulta he hablado con mujeres que me han descrito sensaciones cutáneas muy extrañas, como la sensación de tener una tela de araña en la cara, junto con otros síntomas de la menopausia.Dra. Clare Spencer, cofundadora de My Menopause Centre
La función nerviosa de la piel se ve afectada por los cambios en los niveles de estrógeno del cuerpo que se producen durante la perimenopausia y la menopausia. Nadie sabe exactamente por qué ocurre esto: podría estar relacionado con el flujo sanguíneo o con la forma en que los nervios envían mensajes.
Las cremas hidratantes y emolientes pueden aliviar la piel seca y reducir el picor. Los antihistamínicos también pueden ayudar, y los antihistamínicos que producen somnolencia, como Piriton (clorfeniramina), pueden ser una buena opción si el picor te mantiene despierto por la noche.
Sensación extraña en la cabeza
La formicación, o sensación de que la piel se “arrastra”, es un síntoma físico que se produce sin una causa física. Este síntoma también se denomina alucinación táctil. Puede aparecer en enfermedades mentales, neurológicas o en la menopausia. También puede ser un efecto secundario de medicamentos o drogas recreativas.
La formicación suele estar causada por medicamentos utilizados para tratar enfermedades mentales. Lo más habitual es que se produzca con el uso de antipsicóticos, como Abilify (aripiprazol), Haldol (haloperidol), Zyprexa (olanzapina), flufenazina y Risperdal (risperidona).
Este efecto secundario también puede producirse con el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que suelen utilizarse para tratar la depresión. Algunos ejemplos son Paxil (paroxetina), Celexa (citalopram), Luvox (fluvoxamina), Prozac (fluoxetina) y Zoloft (sertralina).
Si ha desarrollado recientemente síntomas de formicación, o sus síntomas están empeorando, acuda a su médico. Sus síntomas pueden ser tratables, y es importante abordar la causa lo antes posible.
Sensación de quemazón en la piel
La formicación es la sensación parecida a la de pequeños insectos que se arrastran sobre (o bajo) la piel cuando en realidad no hay nada. Es una forma específica de un conjunto de sensaciones conocidas como parestesias, que también incluyen la sensación más común de pinchazos y hormigueos conocida como alfileres y agujas. La formicación es un síntoma bien documentado que tiene numerosas causas posibles. La palabra deriva de formica, hormiga en latín.
En ocasiones, la formicación puede experimentarse como una sensación de picor, hormigueo, pinchazos, quemazón o incluso dolor. Cuando la formicación se percibe como picor, puede desencadenar el reflejo del rascado y, por ello, algunas personas que experimentan esta sensación corren el riesgo de dañarse la piel rascándose en exceso.
En algunos casos, la electricidad estática puede atraer partículas a la piel y también puede hacer que el vello corporal se mueva, dando una sensación como de insectos arrastrándose sobre la piel[1] Sin embargo, en muchos casos ningún desencadenante externo crea la sensación.
En raras ocasiones, las personas llegan a convencerse de que la sensación se debe a la presencia de insectos reales sobre o bajo la piel. Estos pacientes sufren lo que se conoce como parasitosis delirante. Creen que su piel está habitada o atacada por pequeños insectos o parásitos similares, a pesar de las repetidas tranquilizaciones de médicos, expertos en control de plagas y entomólogos[2].