Aunque amaneció con una niebla hermética, al menos desde mi atalaya…
En cuanto hemos llegado al punto de encuentro Helios brillaba por encima de la bruma de la ciudad, delatándonos los aromas de jaras y romeros, cosa que me ha alegrado por que hoy «estrenaban» marcha con nosotros, dos nuevas Jabates, Patricia y Celeste
Hechas las presentaciones, los ejercicios de acercamiento de la practica, y los oportunos calentamientos, decidimos salirnos de la ruta trazada y comenzar desde el propio parking, pero antes dejarme que ponga las cifras, ya que he tenido que reconstruir el trazado de la marcha dado que me ha vuelto a fallar la APP
15 km ~ en tres horas y media, si ya se que está desfasado el espacio con el tiempo, pero ahora debo de confesar otro error mío
La ruta propuesta fue sacada de Google mps, y lo que allí es una pista forestal, en la realidad, no deja de ser más que un camino estrecho en lo más del recorrido propuesto, ideal apa «locos» en bicicleta, los «cuerdos» van por otras sendas, y cuando el camino se ensancha no es más que garganteras fluviales llenas de cantos rodados, que perjudican los tobillos al andar por ellos, concluyo pidiendo disculpas y afirmando que no es ruta para la marcha nórdica. Significar que en Google no aparece bien delimitada la zona militar de San Gegorio, cuya alambrada llega hasta el Castillo de Miranda, por un profundo barranco que impide llegar a las pistas rodadas
No obstante, junto a mí marchaban autenticas Jabates de pura cepa dejando el listón muy alto, verlo por vosotros mismos
Al llegar a la altura el mencionado castillo hemos desandado kilometro y medio hasta el mirador, y por una escalinata excavada en los riscos, bajamos a la ruta natural de los Galachos, parada técnica en los aseos del centro de interpretación y continuamos hacia la Alfocea, punto de retorno de la marcha propuesta
y tras disfrutar de los primeros kilómetros, los charcos han dejado paso a los barrizales haciendo intransitable el camino, por lo que se decide regresar al centro de interpretación y hacer un pequeño refrigerio
Renovadas las fuerzas, tomamos el camino que sale al camino de la acequia grande, entre la maleza cerrada que se está convirtiendo un paso clásico de las marchas de la zona
Y desde dicho camino tomamos el acceso del camino privado con barrera que cruza en diagonal campos y huertas, que se abre los días de fiesta, la alternativa es llegar a la bifurcación del GR 99 aquí camino de Ranillas, pero ya habíamos castigado la maquinaria lo suficiente como para «coger» el comodín del atajo
En llegando a Juslibol oigo mi nombre por detrás, desde un grupo de ciclistas y si, no es otro que nuestro Jabate Fernando, que tras saludarnos efusivamente, ha esprintado al restaurante Los Galachos, para coger sitio en la terraza pero todo has sido en balde, con estas nuevas disposiciones no hay quien coja mesa en ningún sitio y esto que M Angeles había traído un dulce para el postre del almuerzo – comida
Desgraciadamente he tenido que hacerme cargo de tan delicado presente en nombre de todos, os prometo comerlo con el pensamiento puesto en los Jabates; gracias MA
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